Desperdicio de comida: el tercer más grande contribuyente del cambio climático

¿Sabías que en el mundo se pierden alrededor de un tercio de los alimentos producidos? El impacto del desperdicio de alimentos no se siente únicamente por los millones de personas en el mundo que pasan hambre. Un nuevo informe publicado por las Organización de Alimentación y Agricultura de las Naciones Unidas, muestra el grave impacto ambiental que tienen los residuos de alimentos, destacando que, después de Estados Unidos y China, éstos se convierten en el tercer más grande contribuyente mundial de emisiones de CO2 y por lo tanto del cambio climático.
¿Por qué estamos perdiendo tanta comida? La FAO encontró que los alimentos se están desperdiciando justo en la fuente, ya que algunos agricultores se ven obligados a deshacerse del 20 al 40 por ciento de su producción, debido a que no cumple con “las especificaciones del minorista.”
La FAO señala que se trata de manejar el tema de los residuos de alimentos no sólo para ayudar a aliviar los problemas de hambre en el mundo y la producción de alimentos, sino también para proporcionar soluciones ambientales:


Con estas cifras, parece claro que una reducción del despilfarro de alimentos a escala mundial, regional y nacional, tendría un efecto positivo sobre los recursos naturales y sociales. La reducción del desperdicio de alimentos podría no sólo evitar la presión sobre los escasos recursos naturales, sino también a reducir la necesidad de aumentar la producción de alimentos en un 60 por ciento, con el fin de satisfacer la demanda de 2.050 habitantes.
Los costos asociados al desperdicio de alimentos salen en unos 750 millones de dólares al año. “Simplemente no podemos permitir que un tercio de todos los alimentos que produzcamos se pierda, debido a prácticas inadecuadas, cuando 870 millones de personas pasan hambre todos los días”, dijo el Director General de FAO, José Graziano da Silva.
Junto con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la FAO es miembro fundador de “Think Eat Save”, una iniciativa para centrarse en la reducción de “la huella alimentaria” en todo el mundo.